"ser madre"

"No es fácil", palabras sabias de una mujer, y las cuales mencionaba en cada una de sus conversaciones para justificar sus acciones.

miércoles, 2 de mayo de 2012

"madre primeriza, embarazo multiple y parto prematuro"

24 de febrero de 2009, mi primer mes de embarazo y primer ultrasonido para ver como estaba mi bebe. Después de una pequeña entrevista con el médico, recostada en la cama del consultorio, el ginecólogo pone un gel, muy frío por cierto, comienza a buscar al bebe, y sus primeras palabras: pues sí, si esta embarazada pero de gemelos. y mi reacción fue reír y reír y reír y seguir riendo, de nervios, de alegría, de miedo, de sorpresa que se yo y enseguida se me borro cualquier imagen de mi mente, y después de un respiro hondo y no se cuanto tiempo de risa a carcajadas traté de tranquilizarme para que pudiera continuar el doctor con la revisión.
Ya con algunos problemas de salud, jamás pensé que pudiera siquiera quedar embarazada y menos aún de gemelos, mientras escuchaba sus latidos de corazón me imaginaba la cara de Luis, mi esposo, al darle la noticia. Salí del consultorio y le enseñé la fotografía del ultrasonido a mi hermana y amiga sin decirles que eran dos, deje que vieran la foto y a ver si por su cuenta lo concluían, pero cualquier persona que nunca ha tenido que ver un ultrasonido podría entender esa imagen obscura y llena de letras y datos médicos, pero en fin, dice mi hermana con una sonrisa y algo desconcertada: "mira, aquí le pusieron bebe A y bebe B como si fueran dos" me miraron y yo con mis ojos llenos de lágrimas no dije una palabra, sonreí y sólo preguntaron: ¿son dos
¡pero por qué lloras mensa! Nos abrazamos, lloramos, reímos y hasta contagiamos el llanto a las personas que esperaban su turno.
Después de ellas los siguientes en saberlo fueron mis papás, que dicho sea de paso estaban molestos conmigo porque estaba a punto de terminar mi carrera y no estaba casada, algunas mujeres sabrán de esta situación y el sentimiento de culpa por no haber cumplido con sus espectativas como hija. Bueno, pues el que fueran gemelos solucionó ese resentimiento que había en mis papás, estaban contentisimos y ansiosos de esperar tenerlos ya con ellos.
Al contárselo a mi esposo también fue algo chuzco porque él lo había pronosticado ya el que tendríamos gemelos, así que sólo le dije: 
¡le atinaste, son dos! y de nuevo volví a llorar. Fue hasta que llegue aquí, en mi cuarto mes de embarazo, que me enteré del sexo y más contenta no podía estar, eran una hembrita y un varón, así o más suerte.


3 de julio de 2009, 26 semanas de embarazo. Por la mañana, mientras preparaba el lonche de mi esposo sentí ganas de orinar, raro porque ya lo había echo unos minutos antes pero bueno, regrese del baño y sentía como si se me estuviera saliendo de nuevo la pipis sin que yo lo pudiera contener, regrese al baño y me coloque una toalla femenina, ¿qué pensaba? no me lo pregunten sólo lo hice así. Ya de regreso y en la preparación del lonche que nadamas no terminaba, entró mi suegra a la cocina y dando los buenos días ella siempre preguntaba que cómo estaba o cómo había amanecido y le conté lo que pasaba, creanme que jamás imagine que había "quebrado la fuente" nadie te dice como es eso, y en mis citas al doctor ni siquiera me lo habían comentado porque no era tiempo aún de prepararme para parir. Tere (mi suegra) regresó y muy tranquila me dijo: "deja ahí y si quieres cambiate para que vayas al hospital" y en voz baja le decía a mi esposo que se me había reventado la fuente, obviamente él menos que yo sabia el significado de esas palabras, fue ahí cuando al mirar mi cama que sólo de estar por menos de 10 segundos sentada la dejé empapada y comence a asustarme. Rápido nos fuimos al hospital y desconcertados no sabíamos lo que nos esperaba. Saben lo que es ver que entran y salen doctores, enfermeras, especialista en no se que, con máquinas para revisarte la presión, cintas por toda mi barriga midiendo y captando todo lo que pasaba en mi vientre, una trabajadora social haciendo preguntas de todo a todo, firmando papeles para deslindar responsabilidades a quienes me atendieran y lo peor de todo en ¡INGLES! es una desesperación de no saber que está pasando, porque aunque estaba ahí mi esposo y él me enteraba de lo que decían yo quería saberlo todo.
Pues por fin después de más de 4 horas entró el doctor -uno de tantos- y me dijo que ya no podían dejar a mis bebés por más tiempo en mi vientre y necesitaban de sacarlos. Nunca creí sentir tanto miedo e incertidumbre hasta ese momento, me encomendé a Dios y sólo les dije que si ellos creían que estaban mejor estando fuera de mi pues hicieran lo que estuviera en sus manos para mantenerlos con vida.
En menos de 30 minutos pasó todo, me prepararon, entre al quirófano y había gente caminando por todos lados esperando a mis bebes; yo cómo imaginan que estaba, si, llorando al igual que mi esposo, aunque diga que no. La primera en salir fue mi princesa que lloraba como un gatito y yo sólo la escuchaba y ni siquiera la pude ver porque se la llevaron en la encubadora a terapia intensiva, y luego de 1 minuto sale mi principe mayor que también lloraba con una fuerza descomunal y eso era lo que quería en ese momento, que lloraran para estar segura que estaban vivos.
Desde ahí sentí que mi corazón se desprendía de mi pecho y se iba en esas cajas transparentes llenas de cables, mangueras, luces y sonidos raros. Un enorme suspiro salio de mi y solamente oraba para que Dios me los cuidara y me permitiera poder verlos crecer y darles todo el amor que una madre tiene para sus hijos.



                                                                              Rebekah Salas, 2 lbs. y 2 oz./ 12 pulgadas
 Izac Salas, 2 lbs. y 2 oz./ 12 pulgadas

1 comentario:

  1. aiii..paula... si ke eres...una gran mujer creo ke todo lo ke pasaste.. te enseno a hacer la gran madre ke eres..=))

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